lunes, 8 de noviembre de 2010

¿La mirada, más que un simple gesto?




Durante inmemorables tiempos la mirada del humano ha despertado mucha curiosidad, esta es el complemento de la gestualidad, infaltable pero a su vez casi imperceptible en la Kinesia.
La mirada puede decir más que un simple movimiento de manos, una postura corporal, un simple guiño de ojo, es más que eso, ella sigue siendo aquel aspecto parcialmente ahondado en la Kinesia.
Muchas personas se suelen sentir incómodas frente a un ciego, ¿por qué? Porque su comportamiento ocular no les da clave alguna acerca de las intenciones que tienen.

Cada vez que dos personas se miran directamente a los ojos, pueden llegar a compartir la sensación de estar juntas, cariño, curiosidad, enojo, exitación sexual, alarma, etc. Cuando vemos el rostro de otra persona podemos saber su estado de ánimo. Una mirada de dos personas directo a los ojos, les hará saber mutuamente el estado de ánimo que quieren denotar de una manera más sincera, puesto que se complementará complejamente con la gestualidad y postura del cuerpo, así como de otros aspectos de la Kinesia.

Es así pues que usualmente cuando dos personas se miran fijamente y las pupilas de ambos se dilatan puede denotar atención por la otra persona. Cuando una persona no mira directamente a otra, eso puede ser un signo de desconfianza.
Un leve brillo en los ojos, producto de la lacrimación acompañado de algúna forma de mirar, puede ser más compleja aún, y es por eso que se dice que la mirada es el espejo del alma, porque acompañada de la gestualidad denotará de una u otra manera la intencionalidad o los sentimientos de una persona.

Muchas de estas interpetaciones de la mirada son naturales del ser humano, pero también son adquiridas durante su vida, en la que entran a calar diversas variables en su entorno.   

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